Foto: Barbie Murder |
Cuando mis maletas estaban a punto de despegar del suelo, sonó el timbre que ya no funcionaba hacia muchisimo tiempo, creía que ya no estaba allí, había olvidado que alguna vez hubo uno. Llamaron a mi puerta cuando a nadie esperaba, entonces la intriga fue más que la ilusión y abrí.
Él también llevaba maletas, pero para quedarse. Las sensasiones comenzaron a desparramarse por las habitaciones. Decidimos quedarnos aquí en nuestro sur. Inventamos cosas nuevas y practicas para reconstruir la casa, tuvimos que colocar nuevas vigas y columnas de madera para enderesar el techo caido, y artesanías para darle otro aspecto. Decidimos también, pintarla en el exterior de color azul. Es donde nos quedamos para siempre, la casa que no es quizá muy parecida a otras, donde vive una familia, con un perro y un jardin delantero. Es donde vive alguien que creyó que todo estaba muerto, convirtiendo de nuevo en fuego las cenizas, reencontrando los placeres, viviendo el momento.
2010
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